Echinacea purpurea
El mejor tratamiento antibiótico fracasará si las defensas del organismo no colaboran en la lucha contra la infección.
23 febrero, 2021 por
Echinacea purpurea
GOYA SALUD









 

       Los aborígenes de los estados de Nebraska y de Misuri en EEUU, ya usaban la raíz de la equinácea para curar las heridas infectadas y las mordeduras de serpientes.

        Hoy en día, esta planta forma parte de diversos preparados farmacéuticos, y es una de las plantas sobre la que mayor número de estudios científicos se han realizado.

        La parte de la planta que se utiliza es la raíz. Se han identificado numerosas sustancias activas, entre las que destaca el aceite esencial, el principal responsable del estímulo inmunitario (aumento de las defensas).

     El extracto de la raíz de la equinácea es mucho más activo que cada uno de los principios activos por separado, ya que unos componentes potencian a otros, y posiblemente porque aún no se han identificado algunos de los principios.

Inmunoestimulante

Aumenta los mecanismos de defensa de la inmunidad humoral y celular. 

Produce un aumento en el número de leucocitos en la sangre.


Antiinflamatoria

Impide la progresión de las infecciones.

Favorece la formación del tejido de granulación.

Estimula la reproducción de los fibroblastos.

Antitóxica

Estimula los procesos de desintoxicación en el hígado y los riñones.

Antibiótica y antivírica

Demostrada experimentalmente in vitro.

Su acción de estímulo de las defensas es más importante in vivo.

Anticancerosa

Destruye las células malignas (comprobado solamente in vitro hasta el momento).

    Por todo lo anterior, su aplicación clínica principal son las enfermedades infecciosas. La equinácea actúa sobre el organismo que sufre la infección, más que destruyendo los gérmenes causantes. Esto significa que su acción es más lenta que la de los antibióticos, aunque en muchos casos tiene mejores resultados a medio y largo plazo. Su acción es curativa y además carece de los efectos secundarios de los antibióticos.

          Se recomienda, entre otras, en las enfermedades infecciosas infantiles; en la gripe; en la sinusitis, amigdalitis, e infecciones respiratorias agudas y crónicas, especialmente cuando se producen con frecuencia (efecto preventivo); en la fiebre tifoidea; en las septicemias (infección en la sangre) de cualquier causa.

La equinácea ejerce una notable acción inmunoestimulante, aumentando la producción y la actividad de los anticuerpos y de los leucocitos en la sangre.

Dr. Jorge D. Pamplona Roger

FUENTES. Imagen: https://herbies-herbs.com Texto: PAMPLONA, J.D. (2014). El poder medicinal de las plantas. Madrid: Editorial Safeliz.